Ceramidas: un ingrediente esencial para una piel sana

¿Cuáles son los beneficios de las ceramidas para la piel?

Las ceramidas aportan numerosos beneficios a la piel, entre ellos:

Fortalecimiento de la barrera cutánea: Las ceramidas ayudan a fortalecer y reparar la barrera cutánea, que evita la pérdida de humedad y protege la piel.

Hidratantes: Ayudan a retener la humedad en la piel y evitan que ésta se reseque.

Protección frente a los daños medioambientales: Las ceramidas protegen la piel de las influencias medioambientales nocivas y de los contaminantes.

Mejoran la textura de la piel: Ayudan a mejorar la elasticidad y firmeza de la piel, lo que se traduce en una piel más suave y flexible.

¿Cómo utilizar las ceramidas en la rutina de cuidado de la piel?

1. Limpieza: Empezar con un suave limpiador facial para eliminar la suciedad y el exceso de grasa.
2. Tónico: Aplicar un tónico hidratante para preparar la piel para los cuidados posteriores. Un ejemplo sería el tóner hidratante.
3. Serum: Utilizar un serum con ceramidas para nutrir intensamente la piel y reforzar la barrera cutánea.
4. Crema hidratante: Aplicar una crema con ceramidas para hidratar y proteger la piel.
5. Crema solar: Utilice siempre una crema solar con FPS durante el día para proteger la piel de los daños causados por los rayos UV.

¿El uso de ceramidas es adecuado para todos los tipos de piel?

Sí, las ceramidas son adecuadas para todos los tipos de piel y generalmente son bien toleradas. Estos son algunos beneficios para diferentes tipos de piel:

Piel seca: Las ceramidas ayudan a retener la humedad en la piel y evitan que se reseque.

Pieles grasas: Las pieles grasas también pueden beneficiarse de las ceramidas, ya que refuerzan la barrera cutánea sin obstruir los poros.

Pieles sensibles: Las ceramidas son suaves con la piel y ayudan a calmar irritaciones y rojeces.

Pieles maduras: Las ceramidas mejoran la elasticidad y la firmeza de la piel, dando como resultado una piel más suave y flexible.